martes, 28 de julio de 2009

G

Le escribí, juro que le escribí. Le dije que me llamara. No lo hizo aún. El mail lo mandé ayer, así que todavía puede estar meditando si llamarme o buscándose un tiempo para hacerlo.
Ella leyó alguna vez este blog, pero no sé si lo esta haciendo estos días. Si lo hace, a lo mejor me llama. Si no lo hace, a lo mejor me da impunidad. El tema es que me encantaría oír su voz (y se lo dije, en inglés of course). Me hago la que puedo pasar tanto tiempo sin oirla, pero la verdad es que pasado un tiempo empiezo a sentir una nostalgia de su voz y su risa que me hace escribirle pidiendo la limosna de que llame. Antes podía escucharla más seguido porque llamaba a la madre. Ahora eso cambió. ¿Por qué no la llamo yo? Porque no tengo su número de teléfono y, además, porque sé que Ella tiene que tener su espacio, tiempo, privacidad para hablar conmigo (mínimo, aunque más no sea).
Este post es melancólico (un poco), nada grave. A lo mejor tenga esa alegría que estoy esperando muy pronto, y Ella llame.
A lo mejor.

2 comentarios:

  1. Hola linda... veo que andás medio medio !!! como están llendo las cosas?

    A veces no es tan bueno suplicar atención, aunque te juro que te entiendo.
    Besos

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  2. Me llamaste y yo te volvere a llamar. Un beso.
    gri

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