martes, 19 de mayo de 2009

Sueño / Mi debilidad

Hoy mi sobrino Francisco (hijo de mi hermana Marcela, de 7 años) me propuso jugar un rato. Al cabo de un tiempo se sintio algo cansado. Me pidio que me acostara en el sillon del comedor de mi casa. Lo hice y el se abrazo a mi muy fuerte y se quedo dormido. Yo no dormi, pero me pase la hora, hora y media que el estuvo asi, mirandolo, abrazandolo y cerrando los ojos para sentir solo (o mejor) su calor. Y me senti muy feliz de escuchar su respiracion. Yo se que mi excentricidad no parece tener limites, pero, cuando alguien que amo duerme a mi lado disfruto escuchando su respiracion (su ritmo, su modo particular de ser cuando duermen). Es un deleite. Cuando era pequeña tenia dos factores que me crearon un miedo tremendo: mi madre adoptiva era una persona en esa epoca ya mayor, y yo ya habia perdido una madre. Por lo cual el miedo de la muerte de esta segundo madre me perseguia en sueños y sufria y lloraba horrores.
Cuando era pequeña muy pocas veces mi madre adoptiva me dejaba dormir con ella, y cuando eso sucedia yo controlaba su respiracion con una especie de felicidad extrema por el hecho de que eso ocurriera y un miedo atroz, paralizante al pensar que en algun momento eso podia cortarse (estoy hablando de la respiracion). Asi que me pasaba los minutos en ese estado de satisfaccion y terror hasta que me dormia. Y mi madre siempre se levantaba antes, lo cual me molestaba porque en lugar de abrir yo los ojos y ver su cuerpo al lado mio...me encontraba con su espacio vacio. Y eso dolia. Perdon, estoy llorando. Vuelvo al tema inicial.
El tema es que tuve que dejar a Francisco que siguiera durmiendo solo, porque tenia que comprar los remedios para mi mama. De modo que cedi ese pedacito de cielo que me habia sido otorgado, y fui a cumplir con mi deber.
Cuando la madre de Francisco descubrio que yo habia dejado dormir a su hijo, que no lo habia entretenido con algo, me reto. Porque despues era ella la que iba a tener que sufrir las consecuencias.
No me importa, yo estuve un tiempo en el paraiso.
pd: Dos cosas: 1.- Era entendible, mi madre no podia quedarse en la cama y dejar de hacer sus cosas, solo por tener una hija con esa sensibilidad y esos problemas rondandole la cabeza.
2.-A medida que escribia esto, pense "Yo hice lo mismo con Francisco hoy. Cuando desperto yo no estaba". Y luego pense: "Pero la situacion no es la misma, ni yo soy su madre". Y entonces vino a mi mente como reproche una frase que me dijo el hace un par de años. El queria que yo me quedara a dormir con el, y los padres no querian...entonces para no ramar escandalo por ello, los padres me dejaban a su lado hasta que el se durmiera y luego me enviaban a mi cama. Un dia me miro muy serio y me dijo: "Eva, no te vayas de mi lado hasta que yo despierte, por favor". Y no supe que decirle. Bueno, si sigo pensando me voy a poner a llorar otra vez. Asi que vamos a la parte intelectual, que pareciera involucrar menos sentimientos.
Bioy Casares tenia un miedo con respecto a los padres:cuenta Bioy:
A.B.C:"Si, yo podria dividir mi vida en etapas. Yo puedo decir que, cuando era muy chico, he sido muy feliz en el sentido de que vivia en una casa donde me querian mucho. Pero, tal vez por ser imaginativo, he sufrido muchisimo por cosas absurdas. Por ejemplo, porque mis padres salian de novhe y yo tenia miedo de que no volvieran. Pero tuve esa locura hasta el dia en que descubri a las mujeres."
Siete conversaciones con Adolfo Bioy Casares. Fernando Sorrentino. Editorial Sudamericana.
(Se puede hacer un parelelo, un analisis extra a partir de esta cita, pero no tengo ganas)

1 comentario:

  1. Qué loco los temores de un niño. ¿Fuiste adoptada a qué edad?

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